Con su mayor desierto de Oriente Medio y su oasis de más de 2 millones de palmeras, Arabia Saudí es un destino por descubrir. La capital, Riyadh, y la ciudad vieja están bien equilibradas entre modernidad y tradiciones. Para los aventureros del desierto, el país ofrece dunas hasta donde alcanza la vista, rodeadas de montañas. ►
Con su mayor desierto de Oriente Medio y su oasis de más de 2 millones de palmeras, Arabia Saudí es un destino por descubrir. La capital, Riyadh, y la ciudad vieja están bien equilibradas entre modernidad y tradiciones. Para los aventureros del desierto, el país ofrece dunas hasta donde alcanza la vista, rodeadas de montañas. Jeddah es el lugar perfecto para disfrutar de las maravillas del mar y del buceo. Las playas y el Mar Rojo aportan frescura al país, cubierto en su mayor parte por un desierto. La antigua ciudad nabatea de Hegra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las joyas culturales ancestrales de Arabia Saudí. Ushaiger es un pueblo histórico en medio del desierto, y Dhi-Ein es famoso por sus fuertes, plantaciones de banano y artesanías. Los entusiastas del senderismo encontrarán lo que buscan al descubrir el sitio natural El Fin del Mundo, donde se pueden encontrar muchos fósiles que datan de hace millones de años. Taif es conocida por sus campos de rosas que crecen por todas partes. ◄