La primera visita obligada en Baviera es Múnich, una ciudad con una arquitectura distintiva. Uno de los principales atractivos de este lugar es Marienplatz. Aún así, existen otros sitios emocionantes, como la Catedral de Notre Dame, el Parque Olímpico, el Mercado de Alimentos y la cervecería Hofbrauhaus. Por supuesto, el castillo de Nymphenburg no debe ►
La primera visita obligada en Baviera es Múnich, una ciudad con una arquitectura distintiva. Uno de los principales atractivos de este lugar es Marienplatz. Aún así, existen otros sitios emocionantes, como la Catedral de Notre Dame, el Parque Olímpico, el Mercado de Alimentos y la cervecería Hofbrauhaus. Por supuesto, el castillo de Nymphenburg no debe olvidarse. Luego, en su viaje a Baviera, deténgase en el castillo de Neuschwanstein. El paisaje que lo rodea es de esplendor, incluido el promontorio rocoso, pero el del puente de Marienbücke, a pocos kilómetros, también te sorprenderá. Entonces, el descubrimiento de Rothenburg ob der Tauber, que adquiere la apariencia de un pequeño pueblo medieval, sin duda lo seducirá. La ciudad está perfectamente conservada y destaca el loco encanto de los edificios y las callejuelas. Augsburgo es otra ciudad que te sumergirá en la época del Renacimiento. Por cierto, es una de las ciudades más antiguas de Alemania. El ayuntamiento, las iglesias y las fuentes te harán tambalear de felicidad durante tu estancia y, para un poco más de historia, ve a Ratisbona, la antigua capital de Baviera. La ciudad cuenta con 1.500 edificios catalogados como monumentos históricos; por lo tanto, Ratisbona es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre mediados de septiembre y principios de octubre, el Oktoberfest es un evento que no debe perderse para descubrir música, especialidades locales y, por qué no, cervezas. Incluso hay un museo dedicado a ella. Para un momento de relajación junto al agua, ve al lago de Constanza, que sirve como frontera natural entre Alemania, Austria, Suiza y Liechtenstein. Será el momento perfecto para practicar diversas actividades acuáticas. Un segundo lago que no debe perderse en Baviera es Chiemsee. Ofrece increíbles vistas de los Alpes y varias islas. También está el castillo de Herrenchiemsee en una de las islas. Piensa también en el lago Konigsee, que te hará soñar con sus aguas cristalinas. Luego, pasando por Passau, caminarás directamente al centro histórico de la llamada Venecia bávara. Los más aventureros pueden tomar el teleférico hasta el pico más alto de Alemania: el Zugspitze, y disfrutar del esquí o el senderismo. Si vas a Baviera en Navidad, haz una escapada al mercado navideño de Núremberg. Todos los años también se organiza allí una feria del juguete. ◄