El viaje de exploración comienza en la isla de Shikoku, de gran riqueza cultural, al sur de Setouchi, donde se encuentra la prefectura de Kagawa. La belleza, la gastronomía, el ambiente agradable y el patrimonio alcanzan su máximo esplendor aquí. La capital, Takamatsu, es la puerta de entrada al jardín Ritsurin, al castillo Tamamo y ►
El viaje de exploración comienza en la isla de Shikoku, de gran riqueza cultural, al sur de Setouchi, donde se encuentra la prefectura de Kagawa. La belleza, la gastronomía, el ambiente agradable y el patrimonio alcanzan su máximo esplendor aquí. La capital, Takamatsu, es la puerta de entrada al jardín Ritsurin, al castillo Tamamo y al santuario Kotohira-gu, encaramado a media altura del monte Zouzu, que ofrece una vista impresionante del mar interior. Las islas artísticas que albergan la Trienal de Arte Contemporáneo de Setouchi, como Naoshima, Teshima y Megijima, son un testimonio de la riqueza cultural de la isla.
La prefectura de Ehime es relativamente diferente de su vecina Kagawa. De hecho, es el lugar de excelencia para los amantes de la "vida lenta". Encontrarán pequeños puertos pesqueros, templos o incluso balnearios, ya que las tradiciones japonesas son el corazón de la vida tranquila de los habitantes. Otro descubrimiento es el castillo de Garyu Sansa y su casa de té encaramada en la ciudad de Ozu. Además, el casco antiguo de Uchiko, con sus casas tradicionales - las kominka, su teatro kabuki y sus artesanías de cera, papel o madera, resulta ser una curiosidad menor de las islas Setouchi.
Si desea realizar un viaje al fin del mundo, o casi, el valle de Iya, en la prefectura de Tokushima, le espera. Este tranquilo entorno, donde el viento susurra secretos, se encuentra al pie del monte Tsurugi. Ríos, cascadas, gargantas, puentes colgantes y bosques crean un entorno sereno. Las gargantas de Oboke y Koboke y el famoso puente de vid de Iya-no-Kazurabashi son lugares de visita obligada. Y para aquellos que buscan rejuvenecer, el valle está salpicado de numerosos manantiales.
Si alguien quiere experimentar más actividades al aire libre, nada mejor que la ruta ciclista Shimanami Kado, a unos cien kilómetros de Hiroshima. Los aficionados al ciclismo de todo el mundo son los principales visitantes: el recorrido suele pasar por Onomichi, en la isla de Honshu, y termina en Imabari. Además, cabe destacar que la carretera atraviesa el mar interior de Seto, cruzando nada menos que seis islas a través de siete puentes. Los ciclistas pueden admirar magníficos lugares como el castillo de Innoshima o el templo Kosanji entre dos golpes de manillar. ◄