Narva debe su encanto a sus monumentos históricos. Al pasear por la ciudad, sin duda te toparás con la estatua de bronce de Paul Keres, un legendario ajedrecista estonio. Visita también el edificio del Ayuntamiento, construido en 1671 y de estilo holandés.
Descubra la Iglesia Luterana de San Alejandro en el centro de la ciudad. ►