El faro de Basco es una visita obligada durante una visita a Batanes. Se alza orgulloso sobre las colinas de Naidi. Los visitantes suelen acudir allí para disfrutar de una impresionante vista de 360° de la ciudad, especialmente del puerto de Basco y del mar de Filipinas occidental. Además, en las colinas de Naidi, es ►
El faro de Basco es una visita obligada durante una visita a Batanes. Se alza orgulloso sobre las colinas de Naidi. Los visitantes suelen acudir allí para disfrutar de una impresionante vista de 360° de la ciudad, especialmente del puerto de Basco y del mar de Filipinas occidental. Además, en las colinas de Naidi, es posible ver las ruinas de la antigua torre de telégrafo estadounidense que alguna vez estuvo allí.
Hablando de colinas, las colinas de Vayang son un espectáculo digno de contemplar. Estas onduladas colinas, llamadas así por sus capas de vegetación y ganado pastando, ofrecen una atmósfera tranquila y pintoresca que los turistas adoran. Además, brindan uno de los mejores puntos panorámicos para admirar el majestuoso Monte Iraya y las tres islas habitadas de Batanes, lo que las convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza y los fotógrafos.
En este sentido, cabe destacar que las tres islas habitadas de Batanes albergan numerosas iglesias filipinas, entre ellas la Capilla Tukon, también conocida como la Iglesia del Monte Carmelo por los lugareños. Su arquitectura es popular, principalmente porque la construyeron pescadores locales, pero también es fácilmente reconocible por su tejado naranja y sus interiores pintados. Además, el techo de la capilla está completamente decorado con pinturas de sus santos patronos que los investigadores del Centro de las Artes Pacita Abad han realizado con esmero. Por último, su idílica ubicación en la cima de una colina permite a los exploradores dejarse transportar por la espléndida vista del Océano Pacífico y el Mar de China Meridional.
Al sur de Batanes, hay un lugar idílico donde los turistas pueden ver las olas de la playa de Diura a lo lejos y los caballos salvajes que se relajan alegremente en un vasto prado mientras las vacas pastan en la hierba. Para algunos, estos lugares son Marlnoro Country o Rakuh en Payaman.
En Batanes, la cueva de Torongon y las colinas del mismo nombre son una actividad obligada para los amantes de la historia y los aventureros. Se cree que esta imponente cueva es el lugar donde los austronesios de Formoso desembarcaron por primera vez en el año 4000 a. C., lo que añade una fascinante dimensión histórica a la exploración. Se puede acceder a ella caminando a través de densos bosques y es una aventura emocionante. Después de visitar la cueva, los escaladores pueden ascender a la cima de las colinas para ver los marcadores de dunas en forma de barcos, una vista única que dejará a todos asombrados. ◄