La visita comenzará en un emotivo lugar de recuerdo de la historia de la Segunda Guerra Mundial: el antiguo campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. También hay un monumento y un museo a una hora en coche del centro de la ciudad.
En una nota menos sombría, el barrio judío de Kazimierz ahora se considera animado ►
La visita comenzará en un emotivo lugar de recuerdo de la historia de la Segunda Guerra Mundial: el antiguo campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. También hay un monumento y un museo a una hora en coche del centro de la ciudad.
En una nota menos sombría, el barrio judío de Kazimierz ahora se considera animado y vibrante. Restaurantes típicos para degustar especialidades locales, arte callejero y galerías de arte despiertan el encanto de esta zona. Un poco más lejos, el castillo de Wawel, que en su día acogió a los reyes y reinas de Polonia, también figura en la lista de lugares de visita obligada en Cracovia. Los viajeros pueden esperar admirar un magnífico complejo de edificios, fortificaciones, iglesias y la legendaria estatua del Dragón de Wawel. En este sentido, también es imprescindible una parada en la Catedral de Wawel. Este monumento es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y fue destruido y reconstruido varias veces.
En la Plaza del Mercado de la Ciudad Vieja, comúnmente conocida como Rynek, los visitantes pueden desviarse hacia el Museo de Arte Popular y admirar la magnífica Basílica de Santa María. Un poco más lejos, la Torre del Ayuntamiento completa el descubrimiento de esta parte de Cracovia.
Los amantes de la astronomía podrán visitar el Maious Collegium. Ahora es un museo universitario, y aquellos que quieran quedarse allí hasta el final de su visita pueden pasar una tarde admirando las estrellas y relajándose en el jardín. Para los más aventureros, cabe destacar las minas de sal de Wieliczka, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí está previsto un programa completo: cámaras de cristal, escaleras subterráneas, maravillosos monumentos de sal y lagos increíbles.
En Cracovia, el arte también es esencial para los locales. En la Sala de Conciertos Chopin, los viajeros disfrutarán de una agradable velada musical en compañía de jóvenes y talentosos pianistas.
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