La historia celta, aunque antigua, sigue razonando en Occidente. La cultura celta engloba 7 países y regiones: Asturias, Bretaña, Escocia, Galicia, Isla de Man, Irlanda y Gales. Probablemente llegados de las estepas indias, este pueblo migratorio marcó su época por su temperamento guerrero pero también por su pujanza comercial. De paso el sitio de Briteiros, ►
La historia celta, aunque antigua, sigue razonando en Occidente. La cultura celta engloba 7 países y regiones: Asturias, Bretaña, Escocia, Galicia, Isla de Man, Irlanda y Gales. Probablemente llegados de las estepas indias, este pueblo migratorio marcó su época por su temperamento guerrero pero también por su pujanza comercial. De paso el sitio de Briteiros, puede sumergirse en el pasado imaginándose comerciando con estas personas místicas. La ciudad está excepcionalmente bien conservada. Hay restos de calles empedradas, alcantarillados, baños públicos y hasta un sauna. Más allá de su fibra comercial, los celtas son conocidos por su mitología y leyendas. Estos son múltiples, y cada ciudad tiene sus deidades, pero hay algunas similitudes comunes. Por ejemplo, el erizo de mar fósil, que estaría en el origen de la creación del mundo, formando la tierra y los cielos al romperse, o la piedra de Phale. Esto habría sido traído por los hijos de la diosa ancestral Dana, quienes podrían reconocer a un hombre que tiende a convertirse en rey gritando. En este sentido, se pueden visitar muchos sitios religiosos celtas, incluido el más famoso de ellos: el megalítico Stonehenge en Wiltshire, Inglaterra. Hay piedras, cuyo misterio aún no ha sido traspasado. Dispuestos en círculo, habrían sido considerados mágicos por los celtas, protegiéndolos de los hechizos malignos. El bosque de Brocéliande en Francia también es misterioso por las leyendas que habría habitado en su corazón. Es imposible seguir los pasos de este pueblo sin caminar hasta allí, al acecho de pequeñas criaturas mágicas aún bien escondidas. La organización política de los celtas también es amena. Este último quería extender el poder dentro de la escala de la ciudad. Por eso los pueblos eran nómadas y se movían sin dificultad por Europa: Francia, Escocia, Irlanda... Para ver con tus propios ojos uno de los yacimientos celtas más visitados de Irlanda, el condado de Cork es tu próximo destino, donde tendrá la oportunidad de visitar el castillo de Blarney. Este magnífico edificio alberga la Piedra de Blarney, que tiene fama de atribuir el don de la elocuencia a quien la abraza. Los celtas vestían atuendos muy particulares; como población en movimiento, tenían que ser reconocidos rápidamente. En el Museo de Bretaña tendrás que contemplar la colección de objetos característicos. Entre ellos se encuentran el cerebro (una especie de pantalón adornado con una túnica) y el saillon (un abrigo largo de lana). También se recogen platos, armas e instrumentos musicales. ◄