Comience su viaje al pasado explorando los pintorescos pueblos y las casas de campo tradicionales que salpican la campiña frisia. Ríndete al encanto de las casas de ladrillo rojo con techos de paja y descubre el auténtico modo de vida de los lugareños. Visite los mercados locales y deléitese con productos locales frescos, como queso ►
Comience su viaje al pasado explorando los pintorescos pueblos y las casas de campo tradicionales que salpican la campiña frisia. Ríndete al encanto de las casas de ladrillo rojo con techos de paja y descubre el auténtico modo de vida de los lugareños. Visite los mercados locales y deléitese con productos locales frescos, como queso artesanal y especialidades culinarias regionales.
Frisia es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Explora las vastas extensiones de arena fina de las playas del Mar del Norte y déjate encantar por la belleza salvaje de las dunas. Pedalea por los tranquilos canales y admira los paisajes verdes que se extienden hasta donde alcanza la vista. Para vivir una experiencia única, embárquese en un crucero por los lagos y responda al llamado de la naturaleza mientras explora la flora y fauna local.
Le sorprenderá saber que Frisia es la única provincia de los Países Bajos donde no se iza la bandera nacional a diario, porque los habitantes de la zona ondean con orgullo la bandera frisia, negra, blanca y verde.
Disfrute del cautivador pasado de Frisia visitando sus numerosos museos y sitios históricos. Descubra las huellas de los vikingos y frisones, los primeros habitantes de la región, y explore los restos de sus antiguas fortificaciones. Aproveche el Fries Museum, que recorre la historia y la cultura de la zona a través de exhibiciones interactivas y cautivadoras.
Frisia es una tierra de tradiciones y costumbres ancestrales. Participa en uno de los numerosos festivales folclóricos y déjate llevar por la música y los bailes tradicionales. Degusta la gastronomía local y saborea platos típicos como el 'inerte', una sopa de guisantes partidos, y los 'dúmkes', buñuelos fritos. Aprenda algunas palabras de frisón, el idioma local, e interactúe con los cálidos y acogedores lugareños mientras disfruta de la legendaria hospitalidad frisona.
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