Madagascar

Madagascar ha creado una identidad a mitad de camino a través de la cultura africana y asiática. Lo que se debe recordar principalmente de este país es, sin duda, la cálida bienvenida de los malgaches. La capital, Antananarivo, se encuentra en el centro de la isla, a 1276 metros sobre el nivel del mar. Se le conoce como el "Pueblo de los miles ". En todo el territorio, se pueden ver las antiguas casas tradicionales malgaches. Son diferentes según la región: tierra cruda, techo de paja, sobre pilotes. Hacia el oeste, a pocos kilómetros de Morondava, se puede descubrir el callejón Baobab con majestuosos árboles que le dan un encanto único al amanecer y al atardecer. Más al norte, el Parque Nacional Tsingy de Bemaraha fascina a los visitantes con sus majestuosas formaciones rocosas. La presencia de diferentes especies de lémures enriquece el ecosistema. Por otro lado, en el sur, el Parque Nacional Isalo nos recuerda los paisajes de la costa oeste americana. Sobre todo, ofrece una vista maravillosa de la flora y fauna de Madagascar. Entre piscinas naturales y rocas atípicas, hay más de setenta clases de aves. Al este, rodeada de arena blanca y cocoteros, la isla de Santa María es conocida como un lugar de observación de ballenas jorobadas. Su agua clara es perfecta para la práctica del submarinismo. En el norte del país, un hermoso remanso de paz en nombre de Nosy Be le da la bienvenida. Es el lugar de relax por excelencia. Incluye el monte Passot, una colina volcánica y un mirador, que ofrece unas vistas impresionantes del canal de Mozambique.