Una de las actividades más atractivas que no se puede perder en Mawlynnong es el Puente de Raíces Vivas Jingmaham, un puente colgante construido con raíces de plantas vivas. Los visitantes deben saber que los khasis, una tribu indígena de Meghalaya, construyeron esta estructura. Utilizaron la fuerza adhesiva del Ficus Elastica y la canalizaron a ►
Una de las actividades más atractivas que no se puede perder en Mawlynnong es el Puente de Raíces Vivas Jingmaham, un puente colgante construido con raíces de plantas vivas. Los visitantes deben saber que los khasis, una tribu indígena de Meghalaya, construyeron esta estructura. Utilizaron la fuerza adhesiva del Ficus Elastica y la canalizaron a través de troncos huecos de árboles de betel, dirigiendo el crecimiento de las raíces hacia la orilla opuesta. Estas raíces fueron pavimentadas con piedras para crear los senderos que se pueden ver hoy en día y que están completamente operativos. Los más aventureros pueden dirigirse al Puente de Raíces Vivas Cherapunji, de dos pisos, que requiere unos 6000 escalones para subir y bajar. Además, el ascenso dura casi un día y es bastante agotador.
En Mawlynnong, hay una roca en equilibrio que es muy recomendable ver. Esta enorme roca se alza en un ángulo inusual sobre otra roca, y esta estructura se ha mantenido intacta durante siglos a pesar de los desastres naturales. Cabe mencionar que varias leyendas rodean este icónico lugar. Según algunos lugareños, hace mil años se practicaban sacrificios humanos allí, y otros dicen que la zona era el antiguo santuario de la tribu Khasi.
Quienes deseen tomar hermosas fotos de la impresionante vista de las llanuras de Bangladesh o disfrutar de estos tranquilos paisajes deben saber que en Mawlynnong hay una cabaña de bambú a la que se accede por una escalera de bambú. Una vez en la cima, los turistas se sumergirán en la belleza de la espléndida vista de las colinas de la India y las llanuras de Bangladesh.
Para quienes estén interesados en los hermosos monumentos de Mawlynnong, la Iglesia de la Epifanía es imprescindible. Construida en 1902 por misioneros cristianos galeses, la iglesia es un testimonio de la sólida tradición cristiana del pueblo. Los aldeanos reconocen el mérito de los misioneros por transformar sus vidas, en particular al inculcarles el valor de la limpieza. Para ellos, la limpieza no es solo una necesidad práctica, sino una forma de conectar con Dios, una creencia que aporta una dimensión espiritual al pueblo. ◄