Mucha gente visita Dahab para admirar sus maravillas submarinas. Este lugar no es solo para buceadores experimentados, sino también para principiantes, con sus 40 centros que hacen que el buceo sea accesible para todos. Incluso quienes no tienen muchos conocimientos pueden aprender a bucear en uno de los centros y obtener una certificación. Una vez ►
Mucha gente visita Dahab para admirar sus maravillas submarinas. Este lugar no es solo para buceadores experimentados, sino también para principiantes, con sus 40 centros que hacen que el buceo sea accesible para todos. Incluso quienes no tienen muchos conocimientos pueden aprender a bucear en uno de los centros y obtener una certificación. Una vez certificadas, podrán disfrutar de los mejores sitios de buceo de Dahab, como Bells y Canyon. Por otro lado, para buceadores técnicos y apneístas con mucha experiencia, el Blue Hole les permitirá superar sus límites.
En Dahab, hay una excursión muy aclamada: al SS Thislegorm, un emblemático naufragio. Cuenta la historia que este carguero británico, requisado por el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, se hundió en 1941 tras ser bombardeado por dos aviones alemanes. No fue hasta 1955 que Jacques Cousteau redescubrió el naufragio. El carguero, de más de 120 metros de eslora, yace en aguas relativamente poco profundas; hoy en día, aún es posible verlo.
Los aficionados al windsurf o al kitesurf tendrán la oportunidad de practicar esta actividad en Dahab. De hecho, la zona es ideal, ya que disfruta de un promedio de 300 días de viento al año. Así que, tanto principiantes como aficionados al estilo libre, sin duda encontrarán las condiciones perfectas para practicar este deporte acuático. Sin embargo, los surfistas experimentados en busca de emociones fuertes deberán ir más allá del Arrecife Napoleón para enfrentarse a olas de hasta 3 metros.
La Reserva Natural Ras Abu Galum es digna de admirar. Es un paraíso verdaderamente virgen ubicado al norte del Agujero Azul. El paisaje es impresionante: los aventureros admirarán las montañas de granito que se unen al Golfo de Áqaba, creando un contraste deslumbrante entre los tonos ocres del desierto y el azul intenso del mar. La reserva también alberga más de 160 plantas raras del desierto y animales residentes, como la cabra salvaje nubia, la hiena rayada y el zorro rojo. ◄