La arquitectura del palacio combina suavemente los estilos gótico y Tudor. La fachada de piedra caliza, con sus ventanas puntiagudas y sus esbeltas torreones, es un ejemplo perfecto del arte medieval. Las grotescas gárgolas evocan a los constructores medievales.
En el interior, los camarotes y los apartamentos privados son de refinada elegancia. El gran salón, ►
La arquitectura del palacio combina suavemente los estilos gótico y Tudor. La fachada de piedra caliza, con sus ventanas puntiagudas y sus esbeltas torreones, es un ejemplo perfecto del arte medieval. Las grotescas gárgolas evocan a los constructores medievales.
En el interior, los camarotes y los apartamentos privados son de refinada elegancia. El gran salón, con su chimenea monumental y sus tapices antiguos, es un lugar lleno de historia. Uno puede imaginar los suntuosos banquetes y las grandes recepciones que alguna vez tuvieron lugar allí. La capilla privada, con sus delicadas vidrieras y su sillería de madera tallada, es un remanso de paz y fe.
Los jardines del palacio son un verdadero oasis verde en el corazón de la ciudad. Con sus impecables céspedes, coloridos parterres de flores y majestuosos árboles, invitan al paseo y la reflexión. Explora el laberinto de setos, admira los reflejos del estanque o relájate en un banco en un entorno tranquilo.
El pozo de San Andrés, que dio nombre a la ciudad, es otra visita obligada en el lugar. Según la leyenda, el obispo Alwyn tuvo una visión de San Andrés mostrándole la ubicación de un manantial sagrado. El pozo, con su bordillo de piedra esculpida y su agua cristalina, es lugar de peregrinación desde la Edad Media. Allí se puede pedir un deseo o admirar este testimonio de la fe de los antiguos.
Los jardines también albergan monumentos inusuales, como el arco gigante en forma de tijera. La escultura de Lamm rinde homenaje al significado histórico, espiritual y cultural del palacio. Nos recuerda que el arte y la creatividad siempre han encontrado su lugar en este lugar cargado de historia.
Para las familias, el palacio ofrece actividades divertidas y educativas. Los niños podrán disfrazarse de caballeros o princesas, participar en búsquedas del tesoro o asistir a espectáculos de cetrería. Es un momento para sumergirse en el fascinante mundo de la Edad Media y aprender divirtiéndose.
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