Una de las principales atracciones del parque es la meseta de Sanetti, que alcanza su punto máximo a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Esta meseta única en el mundo es el reino del lobo etíope, una especie endémica y amenazada. Con un poco de suerte, uno puede vislumbrar a estos elegantes ►
Una de las principales atracciones del parque es la meseta de Sanetti, que alcanza su punto máximo a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Esta meseta única en el mundo es el reino del lobo etíope, una especie endémica y amenazada. Con un poco de suerte, uno puede vislumbrar a estos elegantes cánidos cazando en manadas a través de las vastas extensiones cubiertas de hierba. Es una experiencia inolvidable que provoca escalofríos.
Las montañas Bale albergan una fauna y una flora excepcionalmente ricas. Aquí se pueden encontrar especies raras como el nyala de montaña, un majestuoso antílope, y el mono Bale, un pequeño primate travieso. Los observadores de aves estarán encantados, con más de 300 especies de aves registradas, algunas de las cuales son endémicas como la Pytilia de alas doradas.
El bosque de Harenna, que se extiende a lo largo de las estribaciones de las montañas, es otra joya del parque. Este bosque primario alberga árboles gigantes y centenarios, algunos de los cuales alcanzan hasta 60 metros de altura. Es un lugar místico y hechizante, donde uno se siente pequeño ante la naturaleza. Los senderos señalizados permiten a los visitantes explorar el bosque y descubrir su biodiversidad única.
Para los excursionistas experimentados, escalar el monte Tullu, el pico más alto del parque con 4.377 metros, es un desafío estimulante. El ascenso es empinado y exigente, pero la vista desde la cima es una recompensa a la altura del esfuerzo realizado. Desde allí se contemplan los paisajes salvajes del parque, con las llanuras del sur de Etiopía que se extienden infinitamente a lo lejos.
Los pueblos tradicionales que bordean el parque también son un atractivo en sí mismos. Se pueden conocer las comunidades locales, principalmente pastores Oromo, y descubrir su forma de vida ancestral. Los habitantes son acogedores y están encantados de compartir su cultura con los visitantes curiosos. Es una oportunidad para comprar artesanías locales, como coloridas joyas con cuentas o telas tejidas a mano.
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