Lo primero que hay que hacer es ver la legendaria ola de Teahupoo, la segunda más grande del mundo. Si te gusta el surf, este será el momento de probar la experiencia; si no, puede disfrutar de las cálidas, tranquilas y cristalinas aguas de la bahía. Luego, la península de Taiarapu lo invitará a descubrir ►
Lo primero que hay que hacer es ver la legendaria ola de Teahupoo, la segunda más grande del mundo. Si te gusta el surf, este será el momento de probar la experiencia; si no, puede disfrutar de las cálidas, tranquilas y cristalinas aguas de la bahía. Luego, la península de Taiarapu lo invitará a descubrir las cascadas junto al océano, caminar en la roca volcánica y saltar al acantilado. Es el lugar perfecto para desconectar de todo. Entre las excursiones, también puede tomarse el tiempo para degustar la cocina polinesia. Luego, puedes tomar la carretera hacia el archipiélago de Tuamotu, donde pequeños bancos de arena colocados sobre miríadas de azules te permitirán aislarte por unos momentos del mundo. El atolón de Tikehau seguramente te sorprenderá con su arena blanca y rosa y actividades como snorkel, surf y buceo. Maupiti es un verdadero remanso de paz tropical donde se honra la calma. Luego, no olvidarás sumergirte en las suaves y aterciopeladas olas de la laguna de Bora Bora. Esta experiencia no te dejará indiferente. Después si eres aficionado al buceo, en Huahine encontrarás excelentes sitios, e incluso podrás ver barracudas, jureles negros, rayas y tiburones. Para los amantes del senderismo, puede pasar por la pequeña isla de Moorea, donde verá cascadas y una selva próspera. También cruzará los cafetales y cocoteros. En la Polinesia Francesa, encontrará muchos sitios para practicar snorkel y la isla de Taha'a es uno de los mejores. Es famoso por sus jardines de coral preservados y la producción de vainilla. Sin duda se cruzará con las distintas plantaciones durante su visita. Luego, tendrás la oportunidad de descubrir el festival Heiva entre finales de junio y finales de julio, donde se rinde homenaje a la danza tradicional tahitiana. Además, considere visitar los antiguos templos de piedra llamados marae en las islas de Raiatea y Huahine. Si te apetece sumergirte en la vida local, dirígete al Mercado Público de Papeete. Entre los músicos de los ukeleles, los colores vibrantes de los puestos de flores y los aromas a vainilla y coco, te dejarás llevar por el ambiente polinesio. ◄